Cómo superar la desesperación

Si permitimos que la angustia nos gobierne, habremos perdido un buen tramo. Si, por el contrario, le damos espacio a Dios, podremos resolver cualquier situación.


Fernando Alexis Jiménez | Director del Instituto Bíblico Ministerial


Una meta que se fijó el soldado, Juan José Florián, tras reaccionar en el hospital militar, es que jamás se daría por vencido. Su situación no era nada fácil. Había perdido dos brazos y una pierna al pisar una mina anti persona en proximidades a Granada, en Colombia.

Al principio experimentó el desespero. Pensó en quitarse la vida, idea que le asaltó muchas veces. Por fin asumió que tenía una esposa e hijos por quienes luchar y salir adelante. Su fe en Dios le animó.

Las circunstancias no le han impedido asumir una vida funcional. Conduce vehículo, comparte junto a su familia y, los fines de semana, practica el ciclismo.

Puede que usted vea todo gris, sin esperanza y haya pensado en quitarse la vida, fruto de la situación que vive hoy. Antes que tome cualquier decisión permítame animarle a volver su mirada a Dios. Él le permitirá encontrar sentido a su existenciaSalmo 50:15

«Invócame en el día de la angustia; yo te libraré y tú me honrarás».» (Salmo 50: 15 | NVI)


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LA ANGUSTIA NOS ROBA LA PAZ INTERIOR

Si hay una característica relevante con la angustia, es que nos roba la paz interior. Cuando caemos en esa trampa, dejamos de pensar con serenidad. 

Si caminamos en la cotidianidad en ese estado, la zozobra afectará nuestra relación con el cónyuge, con los hijos y con las personas con las que interactuamos. Se convierte en una barrera gigantesca para disfrutar la existencia.

En esa dirección, el camino apropiado es rendirnos al Señor, entregándole todas las cargas que nos agobian (Mateo 11: 28-30) Cuando lo hacemos, nuestro amado Padre celestial toma el control e, inevitablemente, el curso de la historia, comienza a cambiar.

Hoy es el día para decidirnos a no sufrir más y comenzar a confiar plenamente en nuestro amoroso Creador.

No podríamos terminar sin antes invitarle para que se acoja a la Gracia de Dios, reciba perdón de sus pecados y emprenda una nueva vida. Reciba a Jesucristo en su corazón.


Escuche las transmisiones diarias de Vida Familiar con Fernando Alexis Jiménez.