
Si permitimos que la angustia nos gobierne, habremos perdido un buen tramo. Si, por el contrario, le damos espacio a Dios, podremos resolver cualquier situación.
Fernando Alexis Jiménez | Editor de la Revista Vida Familiar
Una meta que se fijó el soldado, Juan José Florián, tras reaccionar en el hospital militar, es que jamás se daría por vencido. Su situación no era nada fácil. Había perdido dos brazos y una pierna al pisar una mina anti persona en proximidades a Granada, en Colombia.
Al principio experimentó el desespero. Pensó en quitarse la vida, idea que le asaltó muchas veces. Por fin asumió que tenía una esposa e hijos por quienes luchar y salir adelante. Su fe en Dios le animó.
Las circunstancias no le han impedido asumir una vida funcional. Conduce vehículo, comparte junto a su familia y, los fines de semana, practica el ciclismo.
Puede que usted vea todo gris, sin esperanza y haya pensado en quitarse la vida, fruto de la situación que vive hoy. Antes que tome cualquier decisión permítame animarle a volver su mirada a Dios. Él le permitirá encontrar sentido a su existencia –Salmo 50:15
No podríamos terminar sin antes invitarle para que se acoja a la Gracia de Dios, reciba perdón de sus pecados y emprenda una nueva vida. Reciba a Jesucristo en su corazón.
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