¿Cómo experimentar la felicidad plena?

Descubra qué relación tienen la paz interior y la tranquilidad de conciencia, con la felicidad. Y de la mano con estos elementos, acompáñenos a mirar una perspectiva bíblica de Dios como fuente de la felicidad.

Descubra qué relación tienen la paz interior y la tranquilidad de conciencia, con la felicidad. Y de la mano con estos elementos, acompáñenos a mirar una perspectiva bíblica de Dios como fuente de la felicidad.


Fernando Alexis Jiménez | Director del Instituto Bíblico Ministerial


El periodista, economista y conductor de un reconocido programa de televisión, Eduard Punset, es el autor del éxito de librería: El viaje a la felicidad. Son millares los ejemplares vendidos y la demanda de reimpresiones continúa imparable.

¿Por qué motivo? Como escritor, es bueno, es cierto; pero más allá, es el afán de las personas por saber cómo hallar gozo, propósito y sentido a su existencia. No obstante, él mismo asegura en el texto, que la felicidad que persiguen tantos, es una emoción pasajera.

Quien realmente trae las condiciones para que seamos felices es Dios cuando le abrimos las puertas del corazón.

¿DÓNDE NO HALLAMOS LA FELICIDAD?

En dos escenarios jamás encontraremos la felicidad: en la mundanalidad y en el amor a las riquezas. En primer lugar, porque los placeres no llenan los vacíos del corazón y, segundo, porque lo material es efímero.

Pablo plantea un primer asunto en términos sencillos:

Porque el amor al dinero es la raíz de toda clase de males. Por codiciarlo, algunos se han desviado de la fe y se han causado muchísimos sinsabores.” (1 Timoteo 6: 10 | NVI)

Y también leemos en la Palabra:

¡Oh, gente adúltera! ¿No saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Si alguien quiere ser amigo del mundo se vuelve enemigo de Dios.” (Santiago 4: 4 | NVI)

En esa dirección, descubrimos que es en Dios en quien encontramos vida plena:

El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia.” (Juan 10: 10 | NVI)

Una lectura sencilla de estos pasajes nos lleva a una conclusión básica: es necesario reorientar nuestras prioridades y revaluar aquello a lo que le damos valor e importancia, sin que realmente representen una base sólida para nuestra existencia.

PRENDIDOS DE LA MANO DE DIOS

Si en el mundo no encontramos la felicidad y la plenitud, es en Dios. Es lo que acabamos de plantear. Viene el interrogante: ¿De qué manera?

El salmista escribió:

“Me has dado a conocer el camino de la vida; me llenarás de alegría en tu presencia y de dicha eterna a tu derecha.” (Salmo 16: 11 | NVI)

Un aspecto en el que coincidimos al leer este verso, es que Dios nos revela el día a día, los pasos que debemos seguir. Alinearnos a Su voluntad, para nuestra existencia y la de quienes componen la familia. En Su presencia, prendidos de Su mano, encontramos la alegría y la paz interior que no hallamos en el mundo.

El apóstol Pablo traza una ruta sencilla, pero eficaz, para mantenernos prendidos de la mano de Dios:

“Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.” (1 Tesalonicenses 5: 16: 18; Juan 15: 11)

¿Se da cuenta? Es sencillo. Pero conectado, un paso con otro, nos lleva a experimentar la felicidad que siempre hemos anhelado, que no es otra cosa que paz interior y tranquilidad de conciencia.

¿Cómo es posible? Por la gracia de Dios que nos perdona y abre puertas a una existencia renovada. Pero no basta que la gracia esté ahí, latente. Es necesario apropiarnos de ella.

LA DEPENDENCIA DE DIOS ES FUNDAMENTAL

Si nos desprendemos de la mano de Dios, estaremos confiando en nuestras propias fuerzas. Y si lo hacemos así, no le quepa la menor duda que emprenderá el camino hacia el abismo.

Permanecer en Dios y con Dios, es esencial, como describe el salmista:

“Una sola cosa pido al Señor y es lo único que persigo:  habitar en la casa del Señor todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del Señor y buscar orientación en su Templo.” (Salmo 27: 4 | NVI)

¿Cómo podemos lograrlo? Caminando cada día con él y dependiendo de Él. Por Su Espíritu, que mora en nosotros, nos guiará en los pasos que debemos dar.

Hoy es el día de creer y movernos en la gracia y emprender una nueva vida. No será en nuestras fuerzas, sino en as que provienen del Supremo Hacedor. Ese es el paso esencial para experimentar la felicidad verdadera.


Descargue el libro ¿Por qué debería divorciarme?, del autor, Fernando Alexis Jiménez, haciendo Clic a continuación => https://tinyurl.com/3spzjufk


Escuche las transmisiones diarias de Vida Familiar con Fernando Alexis Jiménez.