12 errores en los que no debemos incurrir con los hijos

Es fundamental que hagamos un alto en el camino y evaluemos cómo estamos desempeñando el papel de padres. Sin duda hay correctivos que debemos aplicar.

Una de las inclinaciones primarias de todo ser humano, es a tener una familia. Y, con la familia, los hijos. El problema radica en que no sabemos cómo afianzarlos en principios y valores.

Los hijos son una bendición, pero tenemos delante de Dios una gran responsabilidad. No podemos olvidarlo jamás.

El salmista escribió:

“Los hijos son un regalo del Señor; los frutos del vientre son nuestra recompensa. Los hijos que nos nacen en nuestra juventud son como flechas en manos de un guerrero. ¡Dichoso aquél que llena su aljaba con muchas de estas flechas! No tendrá de qué avergonzarse cuando se defienda ante sus enemigos.” (Salmo 127:3-5 | RVC)

¿Está cimentando a sus hijos como debiera? Es una pregunta que debemos formularnos y aplicar los correctivos necesarios (Proverbios 1:1-6).

ERRORES FRECUENTES

Como progenitores, cometemos muchos errores. Y es importante corregirlos, no en nuestras fuerzas, sino en el poder de Dios. Compartimos con usted algunos equívocos frecuentes:

1. No enseñarles acerca de Dios.

2. Andar de prisa en todo momento y no escucharlos.

3. Nos atender sus necesidades fundamentales.

4. No enseñarles sobre la gratitud.

5. No dedicarles tiempo suficiente.

6. Dedicarnos al teléfono o la TV y descuidarlos.

7. No delegarles responsabilidades de manera progresiva.

8. Dedicarnos tanto al cónyuge, que descuidamos a los hijos.

9. Regañar y castigar a los hijos por motivos superficiales.

10. Ser sobreprotectores con los hijos.

11. Ser demasiado permisivos.

12. Sentirnos fracasados si descubrimos que no hemos realizado nuestro mejor esfuerzo.

Es claro que fallamos. Sin embargo, Dios nos ofrece la oportunidad de corregir y comenzar de nuevo.

ENSEÑAR CON EL EJEMPLO

La mejor enseñanza es la que impartimos con el ejemplo. Cambiamos y crecemos cuando caminamos de la mano de Dios. Es un proceso que inicia cuando nos rendimos a Su gracia.

Por gracia, Dios perdona nuestros pecados y nos ofrece una nueva oportunidad (2 Pedro 3:9; Juan 5: 40; Mateo 23: 37; Tito 2;11).

El autor, William Cowper (1731-1800), anota lo siguiente:

Cristo vino a perdonar, no a condenar. A mostrar misericordia. La mayor demostración de misericordia se encuentra en el hecho de que Él estuvo en medio del género humano y nos llama a encontrarnos con Él. No existe pecado que pueda borrar la misericordia de Dios o evitar que Él derrame todo su amor y perdón sobre nosotros.”

El Padre celestial no nos obliga a acogernos a Su Gracia. Es una decisión que debemos asumir. Cuando lo hacemos, tras reconocer que hemos pecado y nos asiste un sincero arrepentimiento, Dios nos perdona.

Jesús ya pagó por nosotros en la cruz.  Nos asegura perdón y vida eterna. Hoy es el día para tomar la decisión. Ábrale las puertas de su corazón a Jesucristo.

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Fernando Alexis Jiménez es ministro ordenado y sirve a Dios en la Misión Edificando Familias Sólidas. Desde el 2016 dirige el Instituto Bíblico Ministerial. Transmite diariamente el Programa Vida Familiar.

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