Una ruta eficaz para superar a las preocupaciones

Hoy es el día para tomar una decisión: abandonar las preocupaciones y confiar en el Padre que nos ama y desea que experimentemos paz mental y armonía en nuestro mundo interior.

Hoy es el día para tomar una decisión: abandonar las preocupaciones y confiar en el Padre que nos ama y desea que experimentemos paz mental y armonía en nuestro mundo interior.


Fernando Alexis Jiménez | Director del Instituto Bíblico Ministerial


Las preocupaciones constituyen uno de los factores generadores de enfermedades más común en nuestro tiempo. Afectan la salud mental, el estado emocional y ponen tropiezo a la vida espiritual.

La psicóloga española e investigadora, Martha Giménez, advierte:

“La preocupación, con su componente de anticipación, es el estado característico de la ansiedad. Pero la preocupación esencialmente se dirige al futuro, es un estado de activación que no se orienta hacia la acción, no impulsa actuaciones concretas, ya que el peligro real no está presente aún, lo que conduce al bloqueo momentáneo de la conducta, o impulsa conductas de evitación o huida anticipadas de situaciones que no son reales y quizá no lleguen a materializarse.”

La psiquiatra y experta en salud mental, Marián Rojas Estapé, plantea lo siguiente:

“La clave está en aprender a disfrutar de lo bueno que nos pasa y aprender a gestionar lo malo. Es decir, tener una correcta interpretación de las cosas que nos suceden muchas veces por nuestras heridas, por nuestro estado de alerta constante, por nuestros miedos, por nuestros fantasmas… Somos incapaces de interpretar la realidad de forma adecuada. Nos cuesta relativizar, nos cuesta ver en las cosas que nos pasan, el valor que realmente tienen. Vivimos magnificando todo aquello que nos sucede e interpretamos ataques, sensaciones, todo en nuestra contra.”

Si muchas de las personas enfermas como consecuencia de las preocupaciones, hicieran un alto en el camino y optaran por asumir una nueva actitud frente a la vida, su existencia experimentaría un giro de 180 grados.

¿Es posible? Por supuesto que sí, cuando volvemos la mirada a Dios quien tiene respuestas a todos los problemas que enfrentamos en la cotidianidad.

EL PROPÓSITO DE DIOS: NUESTRA PAZ MENTAL

Si le preguntáramos a Dios cuál es su propósito para nosotros, nos respondería –sin duda—que experimentemos paz mental y armonía en nuestro mundo interior. No una vez, sino siempre.

El apóstol Pablo al escribir a los creyentes de Filipos, los animó:

Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense! Que su amabilidad sea evidente a todos. El Señor está cerca” (Filipenses 4: 4, 5 | NVI)

Una lectura desprevenida del texto deja claro cuál es el objetivo del Padre celestial para el género humano: una condición de gozo, que no depende de las personas ni de las circunstancias. Que toma forma y fuerza cuando caminamos de Su mano, y antes que inquietarnos por las adversidades, depositamos nuestra plena confianza en Él.

DEJAR LAS PREOCUPACIONES, UNA DECISIÓN

Si Dios es nuestro Padre y confiamos que tiene control de todas las circunstancias, incluso de aquellas sobre las que no tenemos control, es previsible que asumamos la decisión de no preocuparnos.

El apóstol Pablo lo deja planteado en los siguientes términos: No se preocupen por nada…” (Filipenses 4: 6 a.)

Es una determinación que adoptamos. No preocuparnos ni permitir que el afán gobierne nuestros pensamientos y acciones. Si Dios está con nosotros, ¿qué deberíamos temer?

ORAR A DIOS, EL CAMINO

La oración no solamente fortalece nuestra espiritualidad, sino que es el camino para entregar nuestras preocupaciones en manos de Dios.

Al escribir a los creyentes de Filipos, Pablo recomienda:

… más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.” (Filipenses 4: 6 b.)

Al dirigirnos al Padre en oración, le rendimos todos los motivos de inquietud, aquellos que no podemos controlar. Lo hacemos porque nos asiste el convencimiento de que Él toma el control de cualquier situación, en el momento oportuno y bajo las condiciones más favorables para nosotros.

LA RESPUESTA DE DIOS: PAZ INTERIOR

Si superamos las preocupaciones, un estado que acompaña ese paso es la paz interior y el gozo, que nos lleva a mirar la vida desde una perspectiva diferente.

Al escribir a los cristianos filipenses, Pablo señaló:

Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.” (Filipenses 4: 7 | NVI)

Es una condición diferente la que viene a nuestro ser cuando depositamos nuestras preocupaciones en manos del Señor, confiamos en Él y simplemente descansamos en Su poder.

Desconocemos cuál sea su situación actual, pero sí sabemos que la salida al estado de desesperación o desasosiego que pudiera enfrentar, está en Dios.

Hoy es el día para tomar una decisión: abandonar las preocupaciones y confiar en el Padre que nos ama y desea que experimentemos paz mental y armonía en nuestro mundo interior.

UNA DECISIÓN IMPORTANTE

No deje pasar este día sin apropiarse de la gracia de Dios. Por gracia, Él envió a Jesús a morir en la cruz para perdonar sus pecados, borrar el pasado y abrirle las puertas a una nueva vida. De ese paso de fe y nazca a una existencia renovada. La eternidad con Dios lo espera. Reciba hoy a Jesucristo en su corazón.


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