No permita la inmoralidad en su vida familiar

La inmoralidad ha cobrado fuerza, incluso en círculos cristianos. Infinidad de creyentes han sucumbido a la mundanalidad. Ahora, nadie es perfecto, pero hay quienes se amparan en la gracia de Dios para moverse en las fronteras del libertinaje. Una perspectiva bíblica del asunto.

La inmoralidad ha cobrado fuerza, incluso en círculos cristianos. Infinidad de creyentes han sucumbido a la mundanalidad. Ahora, nadie es perfecto, pero hay quienes se amparan en la gracia de Dios para moverse en las fronteras del libertinaje. Una perspectiva bíblica del asunto.


 Fernando Alexis Jiménez | Director del Instituto Bíblico Ministerial


Caer en la inmoralidad sexual y dejarnos arrastrar por la corrupción en todas sus manifestaciones, nos distancia de Dios, nos acerca a la mundanalidad y abre puertas para que nos encaminemos hacia el infierno. ¿Desconoce esto la gracia de Dios? En absoluto. Pero no podemos pretender que, al amparo de la gracia divina, nos volvamos al pecado para solazarnos.

El gran problema es que lamentablemente muchos cristianos sucumben a las redes de satanás. Eso ni es nuevo ni podemos alejarnos de la realidad, que ha llevado a que infinidad de personas se tornen incrédulas. “Si así actúan los creyentes en Jesús, qué podemos esperar”, argumentan.

LA VOZ DE LAS ESCRITURAS

El rey Salomón lo advirtió claramente:

“Fosa profunda es la boca de la mujer extraña, y en ella caerá el que provoque la ira de Jehová” (Proverbios 22:14)

Y también escribió:

“Porque abismo profundo es la ramera, pozo profundo la extraña”. (Proverbios 23:27)

La inmoralidad es un hoyo sin fondo del cual es difícil salir cuando caemos en él, a menos que haya un arrepentimiento sincero y volvamos la mirada a Dios en procura de Su misericordia. La maldad que acariciamos nos ata y ahoga nuestro crecimiento espiritual.

¿CÓMO SALIR DE LA SITUACIÓN?

¿Está viviendo una situación así? No se hunda más en el pozo cenagoso de la pecaminosidad. No permita que satanás lo sofoque. Jesucristo desea ayudarlo para salir del estado en el que se encuentra.

Préndase de Su mano poderosa. Si no lo ha recibido como su Señor y Salvador, hoy es el día para que le abra las puertas de su corazón. Es el momento oportuno. Haga un alto en el camino, arrepiéntase, y Él le perdonará y le sacará del hoyo.


Escuche las transmisiones diarias del Programa «Vida Familiar» con Fernando Alexis Jiménez.

 

 


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