¿Conoce usted a Dios?

El Dios que nos ama, es un Dios Padre, pero también, un Dios amigo. Conoce nuestras necesidades, temores y anhelos. Y desea ayudarnos a superar todas las dificultades.

El Dios que nos ama, es un Dios Padre, pero también, un Dios amigo. Conoce nuestras necesidades, temores y anhelos. Y desea ayudarnos a superar todas las dificultades.


Fernando Alexis Jiménez |Editor de la Revista Vida Familiar | @VidaFamiliarCo


Dios nos conoce. En lo más íntimo. Sabe qué pensamos, qué hacemos y algo interesante: Sabe qué sentimos. Es algo esperanzador.

Cuando sufrimos, no estamos solos. Cuando el temor nos embarga, quiere fortalecernos. Si tenemos sueños para nosotros y nuestra familia, quiere ayudarnos a materializarlos.

Ese es el Dios que nos ama. Un Dios cercano a nuestros anhelos y necesidades. Un Dios Padre, pero, también, un Dios amigo.

En Juan 1: 43-51:

“El siguiente día quiso Jesús ir a Galilea, y halló a Felipe, y le dijo: Sígueme. Y Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y Pedro. Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquél de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret.  Natanael le dijo: ¿De Nazaret puede salir algo de bueno? Le dijo Felipe: Ven y ve. Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño. Le dijo Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús y le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi. Respondió Natanael y le dijo: Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel. Respondió Jesús y le dijo: ¿Porque te dije: ¿Te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que estas verás.  Y le dijo: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre.”

Dios le conoce a usted en los más mínimos detalles. Sabe de sus temores, anhelos y necesidades, y como nos creó, puede ayudarnos a experimentar transformación en todas las áreas de nuestra vida.

Dios desea que su vida personal y familiar sea plena, tal como ocurrió con Natanael.

¡Hoy es el día de emprender una nueva vida.

Hacerlo es posible cuando recibimos a Jesucristo como nuestro único y suficiente Salvador. Ábrale hoy las puertas de Su corazón.


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