¿Cómo criar hijos adolescentes con principios y valores?

Tenga presente que, con ayuda del Señor, estamos escribiendo una nueva historia, la de nuestra familia. Cada capítulo, quedará para siempre guardado en su memoria, más cuando están pasando por una etapa difícil como la adolescencia.


Fernando Alexis Jiménez | Director del Instituto Bíblico Ministerial


Una de las consultas más recurrentes que atiendo por correo electrónico en el ministerio, está relacionada con la desesperación que experimentan los padres cuando están educando hijos adolescentes. “Deberían escribir un libro sobre cómo criarlos y sobrevivir en el intento”, decía Rosalba, una joven profesional de Panamá, madre de dos hijos.

Esa preocupación la comparten infinidad de padres. Ahora, el hecho de que estén formando a sus chicos al interior de una familia cristiana, no los exime de que enfrenten dolores de cabeza.

Viene a mi memoria el evangelista, Billy Graham, cuando escribió en su libro “Aviso de tormenta”:

“No podemos asegurar que la vida en Cristo nos garantizará siempre la victoria y, de la mano con esa victoria, el éxito material en esta vida. Cuando relatamos solamente las victorias, estaremos contando solamente una parte de la verdad.”

Ser padres es una enorme bendición de Dios como enseñan las Escrituras (Salmo 127), pero al mismo tiempo, una enorme responsabilidad y un reto que debemos asumir con disposición de perseverar hasta el final.

FORMAR EN PRINCIPIOS Y VALORES

Un desafío que tenemos frente a nosotros, es educar a los adolescentes en principios y valores. Son los fundamentos que les aseguran encarar un presente y un futuro exitosamente, pese a los peligros y dificultades que hallaran a su paso.

La Palabra nos enseña:

“Instruye al niño en el camino correcto, y aun en su vejez no lo abandonará.” (Proverbios 22: 6| NVI)

Por supuesto, avanzar en este proceso no es fácil. Cuando decidimos hacerlo, que es lo apropiado, nos movemos alrededor de un fundamento: la mejor forma de enseñar es con el ejemplo.

UNA VISIÓN CLARA

¿En qué momento podemos sentar las bases para una apropiada crianza de los hijos? Cuando tenemos una visión clara alrededor de la familia y lo que deseamos lograr, con ayuda de Dios.  

Permítanos citar aquí las Escrituras:

“Y el Señor me respondió: «Escribe la visión, y haz que resalte claramente en las tablillas, para que pueda leerse de corrido.” (Habacuc 2:2 | NVI)

Es evidente que Dios tiene un plan para nuestra familia. Nuestra tarea, en oración, es pedir que se haga Su voluntad en ese plan y que, de la mano con el cumplimiento de Su propósito eterno, podamos desarrollar una visión que incluya a nuestro cónyuge e hijos.

La autora, Rocío Corson, plantea lo siguiente:

“Visión es tener una imagen mental de lo que queremos hacer. Para tener visión, debe haber un sueño. Si ese sueño no está bien definido, ¿Cómo podríamos hacerlo realidad? Tenga presente que el rascacielos del plan de Dios se construye con pequeños sueños que son como ladrillos de fidelidad, día tras día.”

Lo que es importante, entonces, es que asumir el hecho de que somos administradores y que nuestro ejercicio al interior del hogar, debemos desarrollarlo con excelencia. No con ínfulas dictatoriales ni de abuso o arbitrariedad. Conscientes de eso, le debemos entregar nuestros retoños a Dios, que Él cumpla sus planes en ellos (Cf. 1 Samuel 1: 11)

Nuevamente cito aquí a la autora, Rocío Corson, quien anota lo siguiente:

Los padres somos los encargados de darle un norte a nuestros hijos. y definirles un rumbo. Lo primero que debemos enseñarles que Jesús es el camino y que lo más importante de sus vidas, es tener una relación con Él.”

Jamás podemos perder de vista la enorme responsabilidad que tenemos sobre nuestros hombros con la familia y la cita que tendremos con el Padre celestial para dar cuenta de nuestro desenvolvimiento.

ENSEÑARLE A LOS HIJOS SOBRE DIOS

La espiritualidad juega un papel importante en la crianza de los hijos adolescentes. Desde la más tierna infancia, es esencial que les hablemos acerca de Dios. Es el mejor tesoro que podemos legares y en consonancia con la enseñanza del Señor Jesús:

“Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado.” (Juan 17: 3 | NVI)

Si Dios ocupa el primer lugar en casa y si es Él quien nos da la visión, tenemos asegurado que podremos vencer los obstáculos que salgan al paso.

Edificarlos en el Señor, es parte de la visión para la familia, que no se construye en un abrir y cerrar de ojos, sino en oración, con el acompañamiento divino y la capacitación que el Espíritu Santo nos concede para dar nuevos pasos cada día.

Recuerde que:

> Siempre podremos acudir a Dios en procura de ayuda sobrenatural para afianzar la vida familiar.

> Si tenemos una visión, con ayuda del Señor, podemos tener claro adónde queremos llegar en el mediano y largo plazo.

> Una visión conforme al plan de Dios, tendrá resultados alentadores.

Por supuesto, no es una tarea fácil y lo más probable es que nos toque realizar ajustes.

7 CONSEJOS FINALES

Dele gracias a Dios por sus hijos. Ore diariamente por ellos. Jamás olvide que la adolescencia es una época maravillosa, así a veces nos traiga incertidumbre. Con el apoyo de nuestro Padre celestial, podremos superar los obstáculos, cualquiera que sea.

En esa dirección, le invitamos a tener en cuenta los siguientes consejos:

– Comparta con sus hijos palabras de afirmación que les brinden seguridad.

– Enséñeles con el ejemplo, lo que reafirma cuanto dice con palabras.

– Evalúese con frecuencia. ¿Cómo está desarrollando su labor de padre o madre?

– Dependa de Dios en todo el proceso.

– No replique los esquemas familiares equivocados, muchos de los cuales afectan la crianza de los hijos. Po ejemplo, ser violentos con ellos.

– Escuche a sus hijos y tome tiempo con ellos.

– Asuma una actitud comprensiva cuando enfrentan problemas y tolerante, no condenatoria. Su papel es guiarlos.

Tenga presente que, con ayuda del Señor, estamos escribiendo una nueva historia, la de nuestra familia. Cada capítulo, quedará para siempre guardado en su memoria, más cuando están pasando por una etapa difícil como la adolescencia.

UNA DECISIÓN IMPORTANTE    

Jesucristo debe gobernar nuestro hogar. Ocupar el primer lugar. Es una decisión sabia. Y otra, igualmente importante, es que se apropie de la gracia de Dios, que perdona nuestros pecados y nos ofrece una nueva oportunidad de vida.


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