Nuestro mayor equívoco es no tener en cuenta que hay factores comunes que inciden en la generación de condiciones que propician el divorcio. Análisis.
Fernando Alexis Jiménez | Director del Instituto Bíblico Ministerial
La vida matrimonial debe revitalizarse cada día. Es una acción urgente, de choque, frente al inusitado aumento de los divorcios que enfrentan por igual América y Europa.
“Es una tendencia mundial. Los matrimonios duran menos porque se están derrumbando los basamentos antiguos de la unión”, explica el sociólogo y escritor, David Rodríguez, autor del libro: “Hacer de mi familia un hogar”.
ENEMIGOS DE LA RELACIÓN CONYUGAL
¿Cuáles son los principales errores, que llevan a la ruptura? Hay por lo menos siete, claramente identificados:
1.- No dedicarse tiempo mutuamente
2.- Falta de una buena comunicación, da decir las cosas como se piensan.
3.- Buscar llenar en el cónyuge los “faltantes emocionales”.
4.- No haber sanado las heridas emocionales de la niñez y la adolescencia, y permitir que afloren en la relación conyugal.
5.- No construir un proyecto de vida a nivel conyugal y familiar.
6.- Descuidarse mutuamente y no alimentar el amor.
7.- Pensar que la separación es la única solución a los problemas.
Recuerde que el enamoramiento, es decir la primera motivación para unirse como pareja, se va diluyendo en el tiempo y los especialistas coinciden en asegurar que en 3 años podría desaparecer. Si no ha florecido el amor—distinto del enamoramiento—y se fortalece, en medio de cualquier crisis se puede pensar en el divorcio.
ABONAR EL AMOR DIARIAMENTE
El amor es fundamental. Lo abonamos en el corazón y lo prodigamos a nuestro cónyuge.
El apóstol Pablo hace una aproximación de en qué consiste:
“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.”(1 Corintios 13:4-7)
Cada vez que pensamos en nuestra pareja o tenemos trato con nuestro esposo o esposa, debemos relacionarlos con este poderoso pasaje bíblico.
Puedo asegurarle que, si lo hace, imprimirá una nueva dinámica a su vida conyugal.
Revise cómo ha sido su relación hasta hoy. Quizá descubra que debe cambiar en algo o tal vez en la mayoría de sus actitudes. Es un paso fundamental para revitalizar el matrimonio, Hágalo hoy. Traerá enriquecimiento en su vida conyugal y familia. Salve su matrimonio con ayuda de Dios.
Si aún no ha recibido a Jesucristo como su Señor y Salvador, hoy es el día oportuno para abrirle su corazón. Permita que Él traiga transformación en todas las áreas de su existencia.
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