El amor cristiano debe ser real, tangible, no solamente buenas palabras. Es un distintivo de los seguidores del Señor Jesús. Un análisis a la luz de la Biblia.
Una de las evidencias del cristiano comprometido con el Señor Jesús, es anidar el amor de Dios y expresarlo con las personas, comenzando por su propia familia.
El apóstol Juan escribió:
“Hijos míos, no debemos limitarnos a decir que amamos, sino que debemos demostrarlo por medio de lo que hacemos.” (1 Juan 3:18 | TLA)
Expresar el amor, más que proclamarlo con palabras. Hacerlo real.
Ahora, quizá se pregunte: ¿cómo puedo hacerlo? Pues bien, compartimos cinco formas sencillas y prácticas de expresar el amor:
1.- Actuar con amabilidad (Filipenses 4:5; Gálatas 5: 22, 23; Colosenses 3:12)
2.- Sentir y expresar compasión (Mateo 9:35-38)
3.- Alimente y manifieste misericordia (Mateo 5: 7)
4.- Decídase a perdonar a quienes le han causado daño (Efesios 2: 4, 5; 1 Juan 3: 17-19; Efesios 4:32)
5.- Disposición de servicio (Juan 13: 4; Mateo 20:28)
No necesita ir por ahí proclamando lo que usted está haciendo. Los hechos hablarán por sí solos.
UN DISTINTIVO DEL CRISTIANO
El amor práctico es un distintivo del creyente en Jesús. Alimenta nuestro ser y, además, agrega valor a la vida de las personas con las que interactuamos, comenzando por los miembros de nuestra familia.
El apóstol Pablo escribió:
“Hay tres cosas que son permanentes: la confianza en Dios, la seguridad de que él cumplirá sus promesas, y el amor. De estas tres cosas, la más importante es el amor.” (1 Corintios 13: 13 | TLA)
El amor es un don de Dios, un regalo que podemos alimentar en nuestra vida.
¿De qué manera?
Cuando valoramos a las personas y desechamos, de inmediato, pensamientos negativos, de estigmatización o crítica de nuestro prójimo (Lea Filipenses 4:8)
Si hemos guardado rencor, resentimiento o cualquier otro sentimiento dañado, acuda a Dios en procura de que le ayude en el proceso de perdonar.
Incluso, por supuesto, a su cónyuge, los hijos, los padres o los hermanos.
¿La razón?
Puede que nos sintamos ofendidos hacia esos seres amados y cercanos y no les decimos cómo nos sentimos. No hace otra cosa que acrecentar el resentimiento.
DIOS NOS PERDONA POR GRACIA
Ahora miremos la otra cara de la moneda. A lo largo de nuestra existencia hemos ofendido a Dios. Hemos pecado deliberadamente. Otras, de forma inconsciente. Pero, en síntesis, hemos pecado. Quizá mucho más de lo que quisiéramos aceptar.
El amor que Dios nos tiene es ilimitado, por esa razón nos extiende Su gracia.
Gracia es perdón de pecados y la oportunidad de emprender una nueva vida.
Aunque merecíamos la condenación eterna, el Señor Jesús murió en la cruz por usted y por mí. Con su sangre preciosa, nos limpió de la maldad y nos presentó delante del Padre como hombres y mujeres justos y santos.
Hoy es el día oportuno. Aprópiese de la gracia de Dios. Ábrale las puertas de su corazón a Jesucristo.
Fernando Alexis Jiménez sirve a Dios en la Misión Edificando Familias Sólidas. Transmite el programa Vida Familiar y, desde el 2016, dirige el Instituto Bíblico Ministerial.