¿Es concebible el aborto para una familia cristiana?

Es evidente que en el mundo entero viene tomando fuerza una agenda satánica encaminada a afincar antivalores como la igualdad de género, el afianzamiento del homosexualismo público y, algo preocupante: la abolición de las leyes que prohíben el aborto en varios países. ¿Cuál debe ser la posición del cristiano?

Es evidente que en el mundo entero viene tomando fuerza una agenda satánica encaminada a afincar antivalores como la igualdad de género, el afianzamiento del homosexualismo público y, algo preocupante: la abolición de las leyes que prohíben el aborto en varios países. ¿Cuál debe ser la posición del cristiano?


Fernando Alexis Jiménez | Director del Instituto Bíblico Ministerial 


Pese a todos los argumentos que esgrime la ciencia, y aún la legislación de los países, bajo ninguna circunstancia los cristianos concebimos el aborto. Tampoco hay paliativos que se puedan invocar para justificar esta práctica.

Cuando vamos a las Escrituras encontramos que desde el momento mismo en que el óvulo es fecundado, Dios le tiene entre los seres creados.

El Salmo 139 es extraordinario y nos refiere el amoroso cuidado que tiene nuestro Padre desde el momento en que somos concebidos.

Mis huesos no te fueron desconocidos cuando en lo más recóndito era yo formado, cuando en lo más profundo de la tierra era yo entretejido. Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía uno solo de ellos”(Salmo 139:15, 16. Nueva Versión Internacional).

Como leemos en las Escrituras, Dios es quien crea la vida (Génesis 2:7; 1 Samuel 2:6). El aborto jamás estuvo en sus planes; por el contrario, va en contravía del principio de Dios “No mates”(Éxodo 20:13. Nueva Versión Internacional).

Sin duda parte de una decisión del corazón del género humano y no es el fruto de una consulta al Creador respecto a ayuda para salir del laberinto (Mateo 15:19; Marcos 7:21) y está influenciada por Satanás, quien siembra una corriente de muerte en nuestro mundo (Juan 8:44).

¿Y SI EL EMBARAZO ES PRODUCTO DE UNA VIOLACIÓN?

Aún en tales circunstancias, no se acepta ni justifica el aborto. Es un ser con vida desde el momento mismo de la fecundación. ¿Qué plantea el pueblo cristiano ante tal evento? Bajo la suposición de que la madre no quiera la criatura, lo más aconsejable es que una vez nazca lo entregue en adopción.

Muchas parejas en el mundo se inclinan por la adopción y como leíamos unas líneas arriba, al compartir las estadísticas, no hay quienes les ofrezca esa posibilidad porque deciden abortar.

Ahora bien, cuando asumimos el hecho de que abortar es tanto como cegar una vida, es necesario tomar nota de una advertencia bíblica ineludible:

“Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el largo que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.”(Apocalipsis 21:8).

La vida de un criatura, desde el momento mismo en el que se está formando en el vientre de su madre, es sagrada.

LOS HIJOS SON UNA BENDICIÓN DE DIOS

Dios valora enormemente la vida que engendramos como padres. Para Él, los hijos no representan una carga y menos un impedimento para salir adelante, sino por el contrario, una demostración de sus bendiciones.

“Don del Señor son los hijos, los descendientes son una recompensa. Como saetas en manos del guerrero, así son los hijos tenidos en la juventud. Dichoso el hombre que llenó su aljaba de ellos. No será avergonzado cuando litigue con los enemigos a la puerta”(Salmo 127:3-5 Versión Reina – Valera 2000).

Los textos Escriturales nos refieren que cuando una mujer queda embarazada, tal situación no debería despertar la molestia de su cónyuge sino una expresión de gratitud al Creador:

“Tu esposa será como una vida fructífera en la intimidad de tu casa, tus hijos como brote de olivo alrededor de tu casa. Así será bendecido el hombre que respeta al Señor”(Salmo 28:3, 4; Salmo 144:12, 13 Versión Reina – Valera 2000).

No podemos perder jamás de vista el hecho de que concebir hijos es una poderosa bendición de Dios.


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DIOS AMA A LOS NIÑOS  

El amor de Dios por los niños es fácil de comprobar cuando encontramos al Señor Jesús expresando ternura hacia ellos.

“La gente traía a los niños a Jesús para que los tocara. Al verlos, los discípulos los reprendía. Pero Jesús los llamó, y les dijo: “Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis, porque de ellos es el reino de Dios. Os aseguro, el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él”(Lucas 18:15-17. Revisión Reina Valera 2000).

Otra intervención del Maestro, de paso por Galilea, es altamente reveladora respecto al amor divino para con los pequeños:

“Después tomó a un niño, lo puso en medio de ellos, lo estrechó en sus brazos, y les dijo: “El que recibe a uno de estos niños en mi Nombre, me recibe a mi; y el que me recibe a mi, no me recibe a mí, sino al que me envió”(Marcos 9:36, 27. Revisión Reina Valera 2000).

En el caso de una criatura que científicamente se comprueba que tiene deformaciones y los médicos recomiendan abortarla, ¿es aplicable el aborto? En absoluto.

Los creyentes en Jesucristo nos atenemos a las Escrituras y, por tanto, sometemos la situación a Dios en oración procurando su obrar milagroso. Nos aferramos a una pauta bíblica que no cambia:

“Porque nada es imposible para Dios”(Lucas 1:37. Versión Reina Valera 2000).

En conclusión, para los seguidores del Señor Jesucristo el aborto no es concebible bajo ninguna circunstancia.

Si no ha recibido a Jesucristo, hoy es el día para que lo haga. Es la mejor decisión que jamás podrá tomar. Acéptelo hoy como su Señor y Salvador.


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