7 consejos prácticos para ser buenos abuelos

Como abuelos, estamos llamados a generar cambios a partir del ejemplo. Más cuando se trata de edificar a las nuevas generaciones, representadas en nuestros nietos. Análisis a la luz de la Biblia.


Fernando Alexis Jiménez | Director del Instituto Bíblico Ministerial


Los abuelos tenemos la enorme responsabilidad de levantar generaciones con principios, valores y fundamentos para la victoria. Se trata de niños hoy; mañana esos mismos chicos serán los hombres y mujeres. El gran compromiso estriba en que les heredemos un mundo diferente, en el que podamos corregir muchos de los errores que estamos viviendo actualmente.

La sicóloga colombiana, María Elena López, asegura que—a diferencia de otras épocas—, los abuelos de hoy están estrechamente vinculados a la crianza de los hijos de sus hijos.

Muchos padres prefieren que ellos los cuiden y confían plenamente en sus buenas enseñanzas”, asegura.

Otro elemento que va de la mano con el nuevo rol que desempeñan, radica en el aumento en sus expectativas de vida. Muchos abuelos llegan incluso a tomar parte en el bautizo de los biznietos, algo que hace cincuenta años no era tan común.

RECOBRAR EL LIDERAZGO  

En muchas sociedades, particularmente las orientales en una de las cuales creció el Señor Jesús, los ancianos no eran marginados sino por el contrario, respetados. La razón era muy sencilla: veían en ellos los transmisores de la sabiduría. Transferían principios por generaciones.

El rey Salomón de hecho, escribió:

“El hombre bueno deja herencia a los hijos de sus hijos, pero la riqueza del pecador está reservada para el justo.”(Proverbios 13:22 | LBdlA)

Observe cuidadosamente que, de acuerdo con el texto, alguien cuya sabiduría proviene de Dios, la transfiere a sus nietos. Es por cierto una riqueza de incalculable valor que debemos legarles.

¿CÓMO SER BUENOS ABUENOS PARA LAS NUEVAS GENERACIONES?

Es innegable que las nuevas generaciones piensan y actúan distinto que nosotros. De hecho, el lenguaje que utilizamos para llegar a ellos e incluso los métodos, deben ser diferentes.

Un fundamento que debemos desarrollar es aprender a escuchar a los nietos. No pretender imponerles nuestros principios, sino oírlos y persuadirlos a partir de dos elementos: orando por ellos constantemente, pero también con el ejemplo.

También debemos estar preparados para enfrentar las eventualidades. Una de ellas, que nos compartía una amable señora al término de una conferencia que dicté, es escucharlos decir groserías.

En mi época nos castigaban severamente por hacerlo, hoy parece normal”, dijo.

Es evidente que si les transferimos principios y valores, y esas pautas tienen peso y están respaldadas por el ejemplo, ejercerán mayor influencia que todo cuanto puedan aprender en la mundanalidad (Cf. Proverbios 22:6).

CONSEJOS PRÁCTICOS

Los abuelos desempeñamos una labor importante. No podemos ser inferiores a nuestra responsabilidad. Para lograr buenos resultados, compartimos siete consejos prácticos:

1.-  Aconseje solo cuando se lo pidan. Si hay oportunidad de hacerlo, hágalo pero con sabiduría.

2.- No espere establecer normas sobre comida, disciplina, televisión, juegos de computador o dinero. Simplemente siga las que han dispuesto los padres.

3.-  No procure influenciar en la disciplina de los padres sobre sus nietos.

4.-  Comparta con sus nietos historias en las que puedan identificar principios y valores.

5.-  No critique las decisiones de crianza que adopten los padres. Si hay algo que no comparte, dígaselos aparte y con prudencia.

6.-  Háblele a sus nietos acerca de Dios. Explíqueles que es un Padre, pero no el progenitor quizá regañón al que están acostumbrados, sino un padre amoroso, comprensivo y ayudador.

7.- Ore por sus nietos siempre.

Cuando nos decidimos a ser abuelos, conforme a la voluntad de Dios, nos convertimos en transmisores de sabiduría. Ese es un papel privilegiado que estamos llamados a desempeñar en estos últimos tiempos.

Tenga presente que si lo permite, lo relegarán. Por el contrario, y en la medida de sus posibilidades, sea un abuelo proactivo, dispuesto a ayudar.

Si todavía no ha recibido a Jesús como su Señor y Salvador, es hora de hacerlo. Ábrale las puertas de su corazón. Jesucristo traerá transformación en todas las áreas de su vida.


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