Señales de alarma de que un familiar está consumiendo sustancias psicoactivas

El consumo de drogas

Cuando los hijos comienzan a consumir drogas, cualquiera sea su tipo, comienzan a evidenciar señales de las cuales los padres debemos estar muy atentos. Una enseñanza que podría encender las señales de alarma en casa.


Fernando Alexis Jiménez | Director del Instituto Bíblico Ministerial


Identificar que un hijo, el cónyuge o alguien próximo en la familia es adicto a alguna sustancia psicoactiva no es fácil. Y no lo es porque quienes están inmersos en esta situación saben disimularlo bien. Al menos en un comienzo.

Algunos elementos que nos ayudan a identificar que “algo rato” está pasando, son los siguientes:

> Su nivel de responsabilidad frente a cualquier obligación es mínimo.

> Tienden a aislarse de su familia.

> Disminuyen su comunicación, las muestras de afectividad y las relaciones con amistades.

> Cambian su lenguaje; en algunos casos, llega a ser vulgar.

> Cambios bruscos de humor.

> Estados depresivos repetitivos.

> Pérdida de peso.

Los padres o cónyuges debemos permanecer alerta y encender las señales de alarma cuando esto ocurre una y otra vez.

Trastornos generales

Se presentan en la vida de quien está inmerso en situaciones de consumo, los siguientes trastornos:

Trastorno de conducta

> Pelearse, pegar.

> Desobediente, provocador.

> Arrebatos emocionales.

> Impertinente, descarado.

Problemas de atención

> Mala concentración.

> Soñar despierto.

> Torpe, mala coordinación.

> Absorto, mirada perdida.

> No termina las tareas. falto de perseverancia.

Hiperactividad motora:

> Inquietud, hiperactivo.

> Excitable, impulsivo.

> Intranquilo, agitado.

> Charlatán.

> Hace ruidos raros.

Agresividad socializada:

>  Tiene malos compañeros.

>  Ausente en casa.

>  Gandul en la escuela.

>  Roba en compañía de otros.

>  Leal con sus amigos delincuentes.

>  Pertenece a una banda

Retraimiento ansioso-deprimido:

> Ansioso, temeroso, tenso.

> Reservado, tímido, vergonzoso.

> Aislado, encerrado en sí mismo.

> Deprimido, triste, alterado.

> Hipersensibilidad, fácilmente herido.

> Se siente inferior, inútil.

Esquizoide-insensible:

> No quiere hablar.

> Mira sin comprender.

Nuestra actitud debe cambiar

Es cierto que descubrir la adicción a alguna sustancia en algún familiar, despierta molestia. Nadie puede negarlo. Sin embargo, debemos ser tolerantes y emprender un cambio de actitud. Hay términos que deben afianzarse en nosotros:

> Disposición al diálogo.

> Disposición a ayudar.

No podemos esperar resultados de la noche a la mañana. La clave está en que prosigamos a la meta, que es la transformación de nuestros hijos, con ayuda de Dios.

¿Qué hacer si nuestro familiar ya no consume sustancias psicoactivas?

Hay cinco recomendaciones que compartimos con usted. Revisten singular importancia:

1.- Mostrarle desconfianza. Puede retrasar su rehabilitación e incluso provocar una recaída.

2.– Reaccionar con violencia ante una recaída.

3.– Imponerle normas estrictas de comportamiento por miedo a que vuelvan a consumir drogas.

4.- Esperar a prestarle ayuda hasta que se aseguren de que no volverá a consumir drogas.

5.– «Pasarle factura» recordándole que sufrieron con su problema.

Recuerde que en todo el proceso, nuestra fe en Dios juega un papel fundamental ya que en nuestras fuerzas no podremos lograr ningún avance. Es con Dios y nada más que con Él, con quien podemos ver la transformación de esos seres queridos que hoy son consumidores.


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